martes, 20 de marzo de 2012

JCQ Live at the Showboat, Philadelphia, June 17, 1963 & una semana después

(os ruego que lo leais hasta el final, no es una reseña al uso)



ENERGÍA, esa es la palabra que define ese triple volumen grabado en directo en 1963 por el John Coltrane Quartet. Como añadido tenemos que el sillón de la batería no está ocupado por Elvin, sino por el eterno sustituto Roy Haynes, que llena los espacios sin resultar cargante, y lo mismo se puede decir de sus solos. Sin duda el álbum sería menos disfrutable con la presencia de Elvin, y sé perfectamente que estoy tocando a uno de los iconos sagrados de la batería de Jazz.

Por todos es conocida la bondad y dulzura que emanaba Coltrane, en las seis biografías que he leído de él no hay una mala palabra dirigida hacia su persona. Musicalmente ya es otra cosa.

El disco es del mismo año que el conjunto con Jonny Hartman, y hay más distancia entre ambos discos que entre Lester Young y Anthony Braxton.

John llegaría, tanto en directo como en estudio, a cotas de energía y brutalidad, muy superiores incluso a las de este triple volumen. Pese  ello, es un disco agotador, tan agotador como que ayer lo escuchaba mientras escribía y tuve que dejar de escribir y sólo escucharlo, la exigencia era demasiada.



Hoy lo he retomado al levantarme,  y ahora escucho algo de suave Soul que relaje mis neuronas, el disco ya lo llevo dentro. Enseñanza: no escuchar discos brutos de Coltrane mientras se escribe sobre ellos. Primero escuchar y luego comentar sobre suave música.

Ya lo he dicho, bruto, y es que durante los años'61-'64 hay tanta diferencia entre el 'Trane en directo y el de estudio que uno pensaría que se trata de dos instrumentistas diferentes. Nada comparable a las diferencias entre un Ben Webster de tempo rápido o lento.



Mi teoría es que, desde las grabaciones en directo del Village Vanguard de 1961, y hasta que lo explicita en estudio en "The John Coltrane Quartet Plays" de 1965




, Coltrane se transfoma en directo porque es un hombre AMARGADO. Amargado por las malas críticas a su música, que les llevaron a Eric Dolphy y  él a escibir la carta a Downneat casi pidiendo disculpas. Amargado porque un número importante de críticos de renombre rechazaban su música (si no te gusta algo, déjalo pasar, hombre, que sino yo llenaría mi blog de insultos a estopa). Pero sobre todo sentía amargura por las condiciones de vida de sus hermanos y hermanas. Si bubiera sido Coltrane quien hubiera editado este disco (INSISTIMOS!!, LIBERTAD AHORA)



quizás la historia hubiera cambiado. Soy una persona tremendamente politizada, ya lo habeis padecido, y me gusta la política ficción. Coltrane, a pesar de su amagura -o quizas por combatirla- era un ser terriblemente espiritual, pero esa espiritualidad le llevaba a estar más cerca de Dios que de la gente. Si hubiera sido más terrenal, uno imagina un mitin conjunto de Coltrane y Macolm X en el que Coltrane pronunciara las mágicas palabras "It's Revolution Time" (es la hora de la revolución). Estados unidos ardería por los 4 costados... Espiritualidad muy bien, hombre, pero toca ir a por pienso para el perro.

No quiero que tengais la falsa impresión de "cómo se le ha pirado la pinza en esta columna a Mario". Al contrario, es uno de mis articulillos más premeditados, un viaje desde la música a la tesis que quiero defender, que es que Coltrane era una persona amargada, amargura que exorcizaba en su  música. Y que era DEMASIADO espiritual. Cuando estás en condiciones de ser portavoz de una nación oprimida (y además EN EL MOMENTO PERFECTO) no te puedes escaquear expresándolo todo a traves de la música, tienes que pasar a la acción y que tu mano sea un puño negro. ¿O es que te da miedo que tu rabia y amargura se expresen de otras formas?

Por mucho que adore a Coltrane, no puedo evitar sentir decepción por un papel que la historia le puso delante y él no supo interpretar. El tren de la historia tiene muy pocas paradas y sólo pasa una vez.

FIGHT THE POWER!!
FIGHT THE POWERS THAT BE!!! Saquemos todo el dinero de los bancos, joder!!!

PD : pensaba ir dejando caer esta tesis a lo lo largo de varios articulillos, pero estoy tan contento con cómo ha quedado, que voy a abandonar a Coltrane una temporadilla y centrarme en el Miles 1947-1955 (moderneces las justas, como dice un colgao por ahí)

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