sábado, 1 de septiembre de 2012

De cuando Miles consiguió a Wayne

No fue tarea fácil, no. En el que a posteriori sería llamado "segundo gran quinteto", en primer lugar entro Ron Carter, luego Herbie Hancock y Tony Williams. Miles sabía a quién quería para el puesto de saxofonista, pero no era fácil. Wayne shorter era el director musical de los Jazz Messengers de Art Blakey, una posición importante. Estaba influido (pero sólo influido) por John Coltrane, y era un excelente compositor. En los 4 años "raros" de Miles (de los que hablaré otro día) había probado, que yo sepa, a Hank Mobley, George Coleman y Sam Rivers.
Pero desde hacía tiempo que tenía claro que quería a Wayne, llegando al extremo de telefonear a los camerinos de Art Blakey para hablar con el saxofonista. Se dice que mientras tanto Art Blakey daba vueltas refunfuñando: "está tratando de robarme a mi tenor, está tratando de robarme a mi tenor".
Harold Lovett. gerente de negocios de Davis, también ejerció presión, llamando a Shorter y preguntándole: ¿Qué te pasa, hombre? ¿No te gusta Miles?.
Incluso Tony Williams y Herbie Hancock telefonearon a Shorter, y por fin consiguieron que fuera miembro del quinteto.
Wayne jamás se arrepintió de la decisión tomada:
"No era esa rutina de golpe y porrazo, ese darle hasta la muerte que teníamos con Blakey, en la que cada solo era un climax". Con Miles yo me sentía como un violonchelo, como una viola, me sentía líquido, con puntos y rayas, y empezaron a aparecer colores (no se había comido un ajo, no). Y a partir de aquel momento un montón de gente comenzó a llamarme para que colaborara con ellos, fueron 6 años así.
El 25 de Septiembre de 1964 el nuevo quinteto actuó en el festival de Jazz de Berlin, y quedó claro que Wayne Shorter era la mejor elección para la banda. Después de 4 años de "ensayo y error", al fin Miles tenía una formación estable otra vez. El resto es la historia de cinco discos fabulosos.