domingo, 13 de noviembre de 2011

JOHN COLTRANE: entre la fama, la música y la espiritualidad

Si había 2 motores en la vida de Coltrane, uno no era la fama, eran los otros dos citados en el título. Yo nunca me he explicado de donde sacaba el tiempo para leer tantos libros sobre diferentes religiones, sobre la espiritualidad pura, sobre el universo...y al mismo tiempo dedicar horas y horas al ensayo con el saxofón (y bolos aparte). ¿No dormía? En ninguna de las biografías que he leído cita cómo era un día en la vida de 'Trane, pero me encantaría saberlo...para ser igual que él, jaja. De Miles sabemos que no dedicaba mucho tiempo a ensayos y así, lo suyo eran los coches y las churris. ¿Pero de Coltrane?:  parece que hubiera 2 a la vez...

A mediados de los '60 era el músico mejor pagado del Jazz (250.000 $ anuales), incluso por encima de su ex-jefe Davis. Pero no era eso lo que buscaba, ni se vanagloriaba de ello.

A finales de 1965 su popularidad había ascendido a cotas sin precedentes. Se oía su música por todo el mundo. Estando Calvin Massey (su mejor amigo, a quien llamaba "folks") y Archie Shepp en Argelia, oyeron por la radio "A love Supreme". Oían música de John en muchos países de los que visitaban, comentando entre ellos que escuchaban  música de John a donde quiera que fueran. En 1965 los lectores de Down Beat, por entonces la biblia del Jazz, le eligieron Jazzman del año, mejor saxofonista, y a "A Love Supreme" álbum del año. Todo esto referido a su música de 1964, claro

Tanto furor como había desatado contrastaba enormemente con el compromiso adquirido con SU MÚSICA. Pese a los exitos de de 1964, no podía quedarse quieto, y precisamente 1965 fue el año en que el cuarteto clásico se rompió porque ni Elvin ni McCoy podían -ni querían- seguir el nuevo camino emprendido por su líder.

Tan absorto estaba en sus verdaderos intereses, que no fue consciente de la repercusión de "A Love Supreme" hasta que vió un disco de oro colgado en las paredes de la discográfica.

Sin embargo, como casi siempre a lo largo de su carrera, pero esta vez en forma mucho más marcada, la música que tocaba en los clubs iba muy por delante de lo grabado en los discos. Se arriesgó -como en muchas otras ocasiones- a perder un porcentaje importante de sus seguidores, al continuar con la evolución natural de su música. Pero le importaba cada vez menos. Ssus ojos miraban más adelante, había encomendado su música al creador.

Si ello fue beneficioso o perjudicial para su música, eso va en cuestión de gustos. Para mí propio gusto sigue siendo un enigma: a veces me apetece escucharle en el contexto 'mainstream' de Prestige, y otras veces el cuerpo me pide alguna brutalidad del período 65-67. Pero, en general, me quedo con sus inicios en 1957 en Prestige, pasando por Atlantic, hasta "A Love Supreme". En foros estadounidenses pululan bandadas de -perdon- freakies que sólo aprecian el período 1965-1967, y flipan con "Ascensión", "Om", "Interestellar Space" y joyas semejantes. En fin, libertad de elección, como con las lentejas: "o las tomas, o las dejas"

LOS DOMINGOS SON PARA PERREAR, ESPERO QUE LO HAYAN HECHO BIEN AGUSTO

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